martes, 2 de agosto de 2011

Mi amiga buena ( a Mari Carmen)

Muchacha suave
De andar muy lento
Que rosas tienes
El pensamiento.

Marrones los ojos
Rubia melena
Tienes mirada
De niña buena.

Eres la amiga
Noble y cumplida
Que de alentarnos
Jamás olvida.

Honda tristeza
En ti presiento
Pues han herido
Tus sentimientos.

No llores niña
No sientas pena
Quisiera verte
Siempre serena.

Que un día u otro
Ha de llegar
El hombre bueno
Que te ha de amar.


 

Si un día

Si un día el destino
Por otros caminos
De mi te alejara,
¿Querrías acaso
Llevarte contigo
Un trozo de mi alma?

Si estando muy lejos,
Aceptas caricias
De manos extrañas,
Recuerda que hay alguien
Que añora las tuyas
Muy a la distancia.
Y mientras espero
Con ansia infinita
Tu tardío regreso,
Tejeré ilusiones
De esas que engalanan
Tantos corazones
De muchachas puras
Que aguardan con fe
Hallar la ternura
Del hombre que aman.

Y se irá el invierno
Con sus tardes frías
Y su son eterno
De melancolía
Y habré envejecido
Porque primavera
Hallará dormidos
Mis sueños azules
De perlas y azahares
De largos vestidos
Y de blancos tules.

Y habré comprendido
Que junto a tu ausencia
Dolerá tu olvido
Las vanas promesas
De un amor fingido
Y el trozo de mi alma
Que te diera un día
Rodara marchito
Sin ser alegría
Sin ver realizado
Mis sueños de niña
Que quedo troncado
Bajo tus mentiras.

Me robas el sentido

Te he esperado esta noche
Di, por qué no has venido...
Te he esperado tanto
Me invadió tanto frio.
Acurrucada en el lecho
He soñado contigo
Me han besado tus labios
Me has hablado al oído.
Igualmente tus manos
Me han recorrido toda
Transmitiéndome el fuego
Que me roba el sentido.
Más desperté de pronto
Oh! Qué horror, que martirio
Comprobar que fue un sueño
El que me robo el sentido.
Extendiendo mis brazos
Por el lecho vacío
Que acuna en tantas noches
El fuego tuyo y mío,
En las horas de dicha
Cuando cae el rocío
Te buscaba sintiendo
Que me falta tu abrigo
No vuelvas a dejarme
Mi buen amado mío
Quiero tenerte cerca
Dejar de sentir frio
Tus labios en mis labios
Tu palabra en mi oído
Fundidos en un beso
Que me robe el sentido.


Reencuentro

Te perdí una noche
Templada de septiembre
Cuando yo más te amaba…
Afuera la llovizna
Caía persistente...
En vano tú tratabas
De darme una razón,
Mientras el corazón del pecho
Se me saltaba

Mirándote a los ojos
Tratando de entenderte
Tu imagen tan querida
El llanto me nublaba
Y corrieron los meses
Y pasaron los años
Y si por esas cosas
Extrañas de la vida
Volvemos a encontrarnos
Habrá un abrazo tierno
Un beso emocionado
Reavivaré el recuerdo
Y sangrará la herida
Que me dejó el pasado
Te tomaré las manos
Deseando hallar en ellas
Despojos de un cariño
Que en tiempos muy lejanos
La calma y la razón
De a poco me robaron.

Me callaré el reproche,
Temblando de inquietud
Y muda de dolor
Igual que aquella noche
Que me dijiste adiós.

Comprenderé

Pequeña he de sentirme
Entre tus brazos,
El día que por fin
Tú habrás de poseerme,
Te adueñaras de mí
Y sentirás acaso,
Que pueda yo morir
Con tanta fiebre.

Allí sobre la arena
Y bajo las estrellas
La risa has de robarme
Y asomará la luna
Celosa de tu amor
Dispuesta con su luz
A defenderme.

Cuando muy tarde ya,
Con desgano de ti
Tendré que desprenderme,
Tú me preguntaras
¿Por qué?... ¿Qué tienes?...
No te responderé
Sin volverme atrás
Me iré muy lentamente.

Tú no insistirás,
Me dejaras ir
Sin detenerme.
Al fin, con gran dolor
comprenderé,
No puede darme amor
Quien no me pertenece.

A Lita



Quisiera dedicar a ti
Oh! Gran señora,
Poesías que en mi mente
He redondeado yo.
Rendirte homenaje
Gentil, que tú mereces,
Por protegerme tanto
Por darme tanto amor.

Anida en tu alma
Sencilla, tal nobleza,
Posees la riqueza
De ser cual una flor
Perfumas a tu paso
Derramando ternura,
Bendita la dulzura
Que en ti ha puesto Dios.

Eres depositaria
De cuantas alegrías,
Angustias y tristezas
He podido sentir
Te ríes si yo río,
Te apenas con mi pena
Oh! Cuantas cosas buenas
De ti recibo yo.

Mas sé que de la  vida
Muy poco has obtenido,
Presiento tan cansado
Tu noble corazón
Por eso me pregunto
Si tú que has dado tanto
Por qué no ha de premiarte
Un día el buen Señor.

Que pequeño y humilde
Se vuelve mi homenaje
Ante tanta grandeza
Más no pierdo el valor
De ofrecerte Señora
Por medio de mis versos
El inmenso cariño
Que yo siento por vos.


Mis esperanzas muertas

Aunque pasen los años
Grabada en mis pupilas
Conservare por siempre
Tu imagen tan querida

Desandaré el camino
Que anduve de tu brazo
Soñando reencontrarme
Contigo a cada paso

Escribiré tu nombre
Con letras muy pequeñas
Y crecerá mi amor
En cada una de ellas

Esperare incansable
Que llames a mi puerta
Y renacerán al verte
Mis esperanzas muertas