Madre, palabra divina
Que entibia los labios
Con solo decirla
Con cuerpo deforme
Me trajo a la vida,
Y en ella constante
Por la buena senda
Se volvió mi guía.
Quien pudiera madre
Volver a ser niña
Correr por el campo
Sentir la alegría
Que sienten los niños
Cuando todavía,
Ignoran lo mucho
De torpe y amarga
Que tiene la vida.
Áspera tu mano
Por tanto trabajo,
Sobre mi cabeza
Se hacía caricia
Y al ir a arroparme
En las noches frías
De cálidos besos
Mi frente cubrías.
Y hoy te miro madre
Con cierta nostalgia
Que no entenderías,
Porque pienso a veces
Que por más que busque
Nunca encontraría
Una madre suave
Una madre tierna
Como lo es la mía
Que todo aceptas
Buscando armonía
La bondad prendida
Por eso que si algo tuviera
Una sola cosa te reprocharía
Que seas tan noble
Tan santa y tan buena
Dulce Madre mía.
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